Es más que público el hecho de que la rama legislativa colombiana se encuentra subsumida en la peor de sus crisis en la historia de la jóven república. Hoy en dia la Corte Suprema de Justicia, máximo organo historicamente de administración de justicia, esta investigando 51 congresistas, de los cuales 29 se encuentran presos, y todo lo anterior por vínculos con grupos paramilitares.
Este espacio se ha caracterizado por ser un respaldo inminente al gobierno del presidente Álvaro Uribe, y esta vez no será la excepción. Pero la excepción no será justificar los vínculos paramilitares de los congresistas, ya que sería tratar de salvar lo injustifiable, reprochable, sucio y maligno que ha aquejado a nuestra nación ya por tantos años.
En este sentido y como se habia dicho en este espacio anteriormente, el presidente ha estado solo. Únicamente una pequeña proporción de congresistas se han casado con el proyecto de nuestro presidente que más que un político inteligente, intrépido y audaz, es un estadista que desde el 7 de agosto de 2002 no se ha cansado de construir un país justo, próspero, seguro y más equitativo. Y es que los resultados de su gobierno no dejan de palparse; la economía ha dado una marcha esplendorosa, los grupos al margen de la ley estan al borde de su extinción, y por todos los sectores de la sociedad se respiran aires de oportunidades.
Sin embargo, no se puede dudar que lo que se vive en el congreso, no puede dejar de ser un aroma putrido a el olfato del pueblo que ha gemido por décadas que la violencia no turbe más nuestros sentidos y nuestros gobiernos. Tanto los paramilitares como la guerrilla comprando y negociando nuevas repúblicas, e influyendo en elecciones con armas, jamás dejará de ser algo repugante, aunque parece ser que el común denomidador de las personas se han acostrubrado a ver a estos personajes ser arrestados como si nada pasara.
No cabe duda que es necesaria un llamado a nuevas elecciones en el legislativo, ya que hoy en día no cuenta con la aceptación, y sus leyes hoy día estan viciadas de ilegitimidad.
Si el legislativo ha de quedar en manos de una oposición limpia de sangre inocente, bienvenida sea. Pero eso parece ser un imposible, porque todavia falta por desenmascarar más de la mitad de la composición del organo que "representa" los intereses de la nación.
Este espacio se ha caracterizado por ser un respaldo inminente al gobierno del presidente Álvaro Uribe, y esta vez no será la excepción. Pero la excepción no será justificar los vínculos paramilitares de los congresistas, ya que sería tratar de salvar lo injustifiable, reprochable, sucio y maligno que ha aquejado a nuestra nación ya por tantos años.
En este sentido y como se habia dicho en este espacio anteriormente, el presidente ha estado solo. Únicamente una pequeña proporción de congresistas se han casado con el proyecto de nuestro presidente que más que un político inteligente, intrépido y audaz, es un estadista que desde el 7 de agosto de 2002 no se ha cansado de construir un país justo, próspero, seguro y más equitativo. Y es que los resultados de su gobierno no dejan de palparse; la economía ha dado una marcha esplendorosa, los grupos al margen de la ley estan al borde de su extinción, y por todos los sectores de la sociedad se respiran aires de oportunidades.
Sin embargo, no se puede dudar que lo que se vive en el congreso, no puede dejar de ser un aroma putrido a el olfato del pueblo que ha gemido por décadas que la violencia no turbe más nuestros sentidos y nuestros gobiernos. Tanto los paramilitares como la guerrilla comprando y negociando nuevas repúblicas, e influyendo en elecciones con armas, jamás dejará de ser algo repugante, aunque parece ser que el común denomidador de las personas se han acostrubrado a ver a estos personajes ser arrestados como si nada pasara.
No cabe duda que es necesaria un llamado a nuevas elecciones en el legislativo, ya que hoy en día no cuenta con la aceptación, y sus leyes hoy día estan viciadas de ilegitimidad.
Si el legislativo ha de quedar en manos de una oposición limpia de sangre inocente, bienvenida sea. Pero eso parece ser un imposible, porque todavia falta por desenmascarar más de la mitad de la composición del organo que "representa" los intereses de la nación.